Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista para poderse presentar decentes en la escena del mundo.
Fecunda, como el lecho de amor de la miseria, y parecida a esos padres que engendran más hijos de los que pueden alimentar, mi musa concibe y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de creaciones sin número, a las cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían suficientes a dar forma.
Hola Gerson, que tal. Pasé por aquí y observé tu impresionante dibujo. Adelante con el blog y estaré checándolo para ver nuevas cosas. Nos vemos.
ResponderEliminarEstá genial
ResponderEliminarque bueno verte en este sitio
tu fiel seguidora...
vamos por sushi????
yo invito
besus
Divino tu arte, saludos
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